LA AEROPRESS, LA CAFETERA CHEMEX Y OTRAS TENDENCIAS EN EL MUNDO DEL CAFÉ
El café está de moda. Al interés por el origen del café, con la revalorización del café de calidad y de cultivo responsable, se han añadido formas alternativas de preparar el café buscando un mayor aroma, como es el caso de la cafetera Chemex.
Sin dejar de lado las cafeteras más habituales en nuestros hogares, como la cafetera expreso, la italiana y la de goteo; poco a poco van abriéndose hueco otras cafeteras de funcionamiento manual que marcan una tendencia en el mundo del café. Además de la Chemex, la cafetera aeropress y la cafetera sifón están al orden del día.
Hay que decir que algunas de ellas están lejos de ser fruto de una innovación tecnológica en el siglo XXI, la prensa francesa para café se usa desde el siglo XIX, la cafetera de sifón se creó en 1830 en Alemania y el café chemex ya se preparaba en los años 40 del siglo pasado.
Si te pierdes con conceptos como café aeropress y no te imaginas como es la cafetera de sifón japonesa pero la idea de mezclar sifón y café te parece marciana, no te preocupes. Estamos hablando, en todos los casos, de cafeteras manuales que explicamos a continuación una por una.
AEROPRESS
Inventada por Alan Adler en 2005, es una de las últimas tendencias y un auténtico fenómeno. Con ella se puede obtener un café muy parecido al expreso en casa con una cafetera de poco volumen, mecánica y muy fácil de usar. En pocos años ha conseguido hacerse un hueco en el mercado e incluso se celebran competiciones de baristas usando la Aeropress.
Su funcionamiento se asemeja a la forma de hacer café con prensa francesa, pero con menor tiempo y aplicando presión. Para hacernos una idea, es como una gran jeringa en la que el café está en contacto con el agua durante unos segundos y después se extrae aplicando presión con el émbolo.
El resultado es un café con cuerpo, pero sin exceso de amargor y un sabor que perdura en el paladar.
CHEMEX
Las cafeteras Chemex son un hito en cuanto a diseño. El Instituto de Tecnología de Illinois la considera uno de los mejores diseños de los tiempos modernos; de hecho, no han cambiado en los últimos 70 años.
La cafetera Chemex tiene historia. Fue inventada en 1941 por el químico alemán Peter Schlumbohn para conseguir la taza de café perfecta, sin amargor. Lo consiguió con esta cafetera de cuello cónico en el que se pone un filtro de papel grueso y el café molido medio. Después se vierte agua caliente a 90 ºC de forma circular en tandas de 30 segundos. Se trata de una cafetera de goteo lento con la que se controla el proceso en todo momento.
Con la Chemex, el café que se obtiene es con poco cuerpo, pero sin rastro de acidez ni amargor y sin ningún tipo de residuo.
V60 y KALITA
Parecidas a la cafetera Chemex, la V60 y Kalita son cafeteras manuales de goteo, también conocido como método descendente.
La característica de la V60 es la forma de su cono con estrías en espiral en el interior que permiten una mejor oxigenación del café. Se pone encima de la jarra donde se va depositando la infusión. El resultado es una taza con cuerpo y sedosa con un punto de acidez.
En el caso de la Kalita, se consigue una taza con más cuerpo que la Chemex y la V60 gracias a su filtro ondulado.
CAFETERA DE BALANCÍN
También conocida como cafetera de sifón belga, es seguramente la más bonita y lujosa de todas las cafeteras que se han inventado. Como en el caso de las cafeteras de sifón (que veremos a continuación) funciona con los principios de gravedad y vacío.
A diferencia de la cafetera de sifón más común, esta se apaga sola cuando el café ha subido a la parte superior.
El origen de este artilugio tan espectacular está en Europa a mediados del siglo XIX como variación de la cafetera de sifón.
CAFETERA DE SIFÓN
Se creó en el siglo XIX en Alemania. Un inventor, de nombre Loeff, la presentó en 1830 en Berlín, pero fue Madame Vasieux quién la perfeccionó en 1841. Fue popular en Europa y en Estados Unidos hasta principios del siglo XX, después cayó en el olvido.
Se conoce también como cafetera de sifón japonesa. Esto se debe a que fueron los baristas japoneses quienes recuperaron esta forma de hacer café y la popularizaron otra vez en todo el mundo.
El sifón de café consta de dos partes unidas de forma estanca con un filtro en medio y un hornillo en la base. Se calienta el agua de la parte inferior hasta que sube a la parte superior donde está el café molido. Después se apaga la llama y se crea el vacío, de modo que el líquido vuelve al recipiente inferior pasando por el filtro.
Preparar café con sifón (belga o japonés) es laborioso y la cafetera es frágil y necesita cierto mantenimiento. Por eso se usa casi exclusivamente en cafeterías especializadas donde se puede degustar un buen café de sifón. Se caracteriza por ser ligeramente amargo pero muy limpio, suave y concentrado.