Agricultura responsable: el camino del futuro
El cambio climático presenta tanto retos como oportunidades para el sector agrícola y alimentario. La agricultura responsable es el futuro, la forma de hacer frente a la creciente escasez y a la degradación acelerada de los recursos naturales.
Se trata de un tipo de agricultura beneficiosa para el medio ambiente, por lo que cada vez ocupa más lugar en los cultivos. En el caso concreto del cultivo de café, contribuye a la conservación de los suelos sin perjudicar a la flora y la fauna de los bosques donde se encuentran los cafetales.
El concepto y definición
El concepto de agricultura responsable apareció en los años 70 como respuesta al gran incremento de la productividad agrícola conocido como “revolución verde”.
Ante el gran uso de productos químicos y grandes cantidades de agua en la producción agrícola mundial, empezó a surgir la preocupación por un sistema productivo que ponía en peligro los recursos existentes.
En un inicio, el modelo intensivo de producción agrícola supuso en su momento una solución para paliar el hambre de millones de personas. Pero con los años se ha hecho patente que el uso extensivo de fertilizantes y pesticidas químicos ha contribuido al deterioro de la tierra, la contaminación del agua y la pérdida de biodiversidad.
Pero ¿qué es la agricultura responsable? Según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), es aquélla que garantiza la seguridad alimentaria mundial y, al mismo tiempo, promueve ecosistemas saludables y apoya la gestión responsable de la tierra, el agua y los recursos naturales.
La agricultura responsable, en esta definición de Naciones Unidas, requiere implícitamente de un nuevo sistema de gobernanza mundial. El objetivo es garantizar la seguridad alimentaria y promover los mercados agrícolas locales y regionales en las políticas agrícolas de todo el mundo. Es decir, un cambio de sistema y de mentalidad.
La producción agrícola será responsable si satisface las necesidades de las generaciones presentes y futuras, al mismo tiempo que garantiza la rentabilidad, la salud del medio ambiente y la equidad social y económica.
Desarrollo responsable
Un concepto íntimamente ligado a lo anterior es el de desarrollo responsable en la agricultura.
El concepto de “desarrollo responsable” aparece por primera vez en 1987, unos años más tarde que el de agricultura responsable. Se define como el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Debemos ser capaces de cubrir nuestras necesidades al mismo tiempo que garantizamos los recursos para que también lo hagan nuestros descendientes.
El desarrollo responsable se fundamenta en tres tipos diferentes de principios:
· Éticos, como el respeto y la armonía con la naturaleza
· Políticos, como la democracia participativa y la equidad social
· Morales, como la racionalidad ambiental
El desarrollo responsable, por tanto, debe ser capaz de satisfacer las necesidades básicas de la población respetando su calidad de vida.
Sistemas agrícolas resilientes
Un desarrollo responsable solo será posible con la implantación de sistemas agrícolas responsables que reduzcan el impacto en los ecosistemas y que sean resilientes ante los cambios medioambientales.
Esto quiere decir que los sistemas agrícolas deben ser capaces de adaptarse a las adversidades provocadas por las consecuencias del cambio climático para poder prever y afrontar futuras crisis alimentarias.
En este sentido, la importancia de la agricultura responsable radica en que es ecológicamente adecuada, económicamente viable, socialmente justa, culturalmente apropiada y basada en un enfoque científico holístico, es decir, global.
Objetivo de la agricultura responsable
¿En qué consiste la agricultura responsable? Se basa principalmente en el refuerzo y mejora de la agricultura tradicional.
Se caracteriza básicamente por utilizar métodos que mantienen la fertilidad y calidad del suelo, preservar la pureza del agua, reciclar los recursos naturales y ahorrar energía.
Además, es una agricultura intensiva en mano de obra, por lo que proporciona más empleo que la agricultura mecanizada intensiva.
Para conseguir la transición global a la alimentación y la agricultura responsables es imprescindible mejorar la protección ambiental, la adaptabilidad de los sistemas y la eficiencia en el uso de los recursos.
Para ello hay que mejorar la competitividad entre productores y aportar mayor eficiencia al proceso productivo, optimizar el uso de recursos naturales, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la producción de residuos, combatir las plagas y enfermedades de los cultivos mediante la lucha biológica y mejorar el abastecimiento alimentario integrando la equidad social.
Principios de la agricultura responsable
Para hacer frente a los retos que presenta el cambio climático sobre la producción agrícola, la FAO establece cinco principios básicos para guiar el desarrollo estratégico de nuevos enfoques y la transición hacia la responsabilidad de la agricultura.
1. Mejorar la eficiencia en el uso de los recursos es crucial para la responsabilidad de la agricultura
2. La responsabilidad requiere acciones directas para conservar, proteger y mejorar los recursos naturales
3. La agricultura que no logra proteger y mejorar los medios de vida rurales, la equidad y el bienestar es insostenible
4. La agricultura responsable debe aumentar la resiliencia de las personas, de las comunidades y de los ecosistemas, especialmente al cambio climático y la volatilidad de los mercados.
5. La responsabilidad de la alimentación y la agricultura necesita mecanismos de gobernanza responsables y eficaces
Todos los cafés Bonka proceden de cultivos responsables
Beneficios de la agricultura responsable
Entre las ventajas generales de la agricultura responsable destacan las siguientes:
· Preservación del medio ambiente
· Protección de salud pública
· Refuerzo de las economías locales y regionales, creando comunidades fuertes
· Protección del bienestar animal
En el caso del café, los cultivos responsables protegen el suelo, ya que el café orgánico se cultiva bajo árboles de sombra con más de 5 especies diferentes. Esto favorece, además, que se creen hábitats para infinidad de especies animales y vegetales.
No hay que olvidar que los cafetales orgánicos son importantes fábricas de agua y oxígeno, por lo que aportación a la conservación del medio ambiente es considerable.
La responsabilidad: un proceso
Es imprescindible considerar la responsabilidad como un proceso y no como un fin en sí mismo para hacer frente con garantías al cambio acelerado y a la incertidumbre que produce.
Son necesarias políticas que incentiven la adopción de prácticas responsables, que regulen todas aquellas acciones que agoten o degraden los recursos naturales.
La agricultura responsable debe utilizar al máximo la tecnología, la investigación y el desarrollo, pero con mayor integración de los conocimientos locales de lo que lo ha hecho hasta ahora.
Por eso Bonka promueve la agricultura responsable, manteniendo un compromiso absoluto tanto con los cafetaleros, sus comunidades y con el planeta en su conjunto. Un compromiso ecológico que se demuestra también en nuestra fábrica de Bonka, donde se generan cero residuos a vertedero y el 100% de la energía eléctrica que usamos proviene de fuentes renovables.
Todos los cafés Bonka proceden de cultivos responsables