Apuesta por el medio ambiente escogiendo un café ecológico
Escoger un café ecológico es sinónimo de apoyar el cultivo responsable con el medio ambiente, los caficultores y el futuro del café. La certificación ecológica asegura que no se han utilizado químicos, plaguicidas ni herbicidas durante el proceso de cultivo.
De esta manera, los agricultores deben proteger el medio ambiente donde trabajan y viven, abstenerse de usar una lista de químicos establecida según estándares nacionales e internacionales y tienen prohibido el uso de organismos modificados genéticamente. Con estos métodos, se obtiene un mejor café ecológico incluso para nuestra salud.
Son tantos los beneficios de tomar café bio o ecológico que la oferta de tipos de café orgánico va en aumento. La gama de café eco va desde el formato en grano hasta el molido, soluble e incluso en cápsulas. En Bonka todos nuestros cafés provienen del cultivo sostenible, además contamos con el café Bonka ecológico certificado.
Hoy te damos las claves para que entiendas la importancia de comprar café ecológico.
Diferencias entre el café ecológico y el convencional
Para empezar, el café ecológico está menos tratado químicamente. En su cultivo solo se utilizan fertilizantes naturales respetuosos con el medioambiente, a diferencia del convencional que usa fertilizantes, pesticidas, herbicidas, fungicidas e insecticidas sintéticos.
Por tanto, el café ecológico se cultiva y produce sin fertilizantes sintéticos ni productos químicos, lo que significa granos, aire, tierra y agua más limpios. En su lugar, se usan fertilizantes orgánicos, respetuosos con la naturaleza y su fauna, como la pulpa de café, el estiércol de gallina o el abono orgánico.
Todos los productos de Bonka fomentan las buenas prácticas en el cultivo de café, promoviendo una agricultura responsable y sostenible. De este modo, también se combate el cambio climático y se asegura el futuro del café.
Diferentes estados del grano de café
Desde Bonka promovemos el cultivo sostenible y el cultivo intercalado para proteger los ecosistemas y aumentar los ingresos de los caficultores. Esta práctica consiste en combinar dos o más cultivos en la misma parcela y al mismo tiempo, siendo una forma de añadir diversidad a un sistema de cultivos.
Por ejemplo, una práctica usada en las plantaciones de Nestlé es la combinación de cafetos con árboles de pimienta negra, ya que la sombra de los árboles ayuda a fortalecer, proteger y obtener plantas de café de mayor calidad.
A diferencia de estas prácticas, la mayoría de cafetos cultivados convencionalmente son híbridos desarrollados para florecer al sol, es decir, han sido modificados para poder cultivarse en extensiones de tierra sin sombra.
Como consecuencia, se talan bosques para dejar espacio a los campos abiertos en los que se pueden cultivar grandes cantidades de esta variedad de café que soporta el sol. De esta manera, los insectos que estropean el cultivo de café se sobrepoblan, lo que conduce a necesitar usar más pesticidas y químicos.
Este tipo de cultivo, también provoca que cuando llueve, la filtración por falta de cobertura arbórea aumente, el suelo se lava y se pierden los nutrientes naturales erosionando y degradando el suelo.
El mejor café ecológico, así como el café ecológico Nestlé y todos los cafés Bonka, se cultiva de forma sostenible, proporcionando un lugar para fauna y flora, conservando la fertilidad del suelo y manteniendo vivos ecosistemas regionales únicos.
Además, los árboles fijan mejor el nitrógeno en el suelo y evitan la erosión. En estas condiciones, el fruto del café crece de forma más lenta, de modo que adquiere mayor calidad. Pero también se consiguen plantaciones más resistentes de forma natural y mejor equipadas para manejar patrones climáticos inusuales que son consecuencia del cambio climático, lo que las convierte en una inversión más segura para los agricultores y su futuro.
¿Por qué apostar por el café eco?
Como habéis podido comprobar, el café ecológico no solo es respetuoso con el medio ambiente y el futuro del planeta, también lo es con la salud de los consumidores. Se trata de un café mucho más cuidado, que a menudo usa procesos artesanales, dando como resultado productos de mayor calidad.
Por tanto, el resultado final de la agricultura ecológica es una bebida mucho más saludable, que mantiene todos los beneficios del café y que contiene una mayor calidad nutritiva. Está demostrado que el café ecológico aporta una mayor cantidad de vitaminas, minerales y antioxidantes al cuerpo.
Además, este tipo de producción contribuye al desarrollo sostenible del medio ambiente y fomenta el comercio justo, así como un trabajo digno para los agricultores y sus comunidades. Este tipo de cultivo promueve el uso racional de los recursos naturales ayudando así al desarrollo de las zonas rurales donde se cultiva.
¿Cómo distinguir un producto ecológico?
La gama de café ecológico y de marcas es muy amplia. Todos los cafés pueden llegar a ser ecológicos, desde el café verde ecológico, los granos tostados, el café molido, hasta productos más elaborados como el café soluble, en cápsulas o un preparado de café de cereales ecológico.
Distinguir un café ecológico del resto es fácil, ya que cuenta con un sello identificativo en el envase. El logo oficial europeo es un cuadrado verde con una hoja formada por pequeñas estrellas blancas.
El café Bonka ecológico de la gama Premium es un café molido con certificación ecológica, claramente detectable en el envase. Es un café aromático y equilibrado, elaborado con una cuidada mezcla de variedades de café robusta y café arábica ecológicos. Su delicado tueste ofrece un café de cuerpo medio, apto para cualquier momento del día.
De hecho, en Nestlé incentivamos el cultivo de café ecológico mediante programas de gestión agrícola respetuosos con el medioambiente. Un claro ejemplo es el del municipio de La Celia, Colombia, donde se han implementado técnicas agrarias que contribuyen a reducir el impacto medioambiental de las fincas cafetaleras.
Algunas de estas buenas prácticas son la limitación del uso de productos químicos en el cultivo de café (plaguicidas, fertilizantes, herbicidas…), la reducción del consumo de agua, el no vertimiento de aguas residuales a las fuentes hídricas y el análisis exhausto del suelo de los cultivos. De esta manera, se reduce el impacto medioambiental, se cultiva café con todas sus propiedades naturales y se aumenta el bienestar de sus comunidades.
Al final, la elección de tomar café ecológico queda en tus manos. El mercado de café bio ha crecido en los últimos años a causa de la demanda de las personas que quieren una bebida que les haga sentir bien a ellos y al planeta.
Al comprar café ecológico apoyas a los agricultores, sus comunidades, al medio ambiente, a la fauna y a métodos de producción respetuosos con los trabajadores, los consumidores y el planeta, adquiriendo un café de calidad superior y respetuoso con tu salud.