Todo lo que necesitas saber sobre el café colombiano
El café colombiano está considerado como el mejor café suave del mundo, debido tanto a las condiciones naturales de las plantaciones en las que se cultiva como al proceso de producción y recolección.
Tipos de café colombiano
En el mundo se siembran principalmente dos tipos de café: arábica y robusta. Todos los tipos de café colombiano que se cultivan son de variedad arábica. Es la que cuenta con mayor aceptación a nivel mundial y la que produce una bebida más suave. A nivel de precio es más cara que la variedad robusta, pero es mucho más fina y delicada.
El hecho de sembrar solo variedades de café arábica permite mantener la calidad del café colombiano, uno de sus rasgos más característicos, y que lo diferencia del resto de cafés que se cultivan en el mundo.
Las principales variedades de café arábica que se siembran en Colombia son: Típica, Borbón, Maragogype, Tabi, Caturra y Colombia. Las cuatro primeras son variedades de porte alto (crecen a mayor altura) y las otras dos de porte bajo.
El cultivo del café en Colombia
Antes de analizar las características de cada una de las diferentes variedades de café es importante explicar cómo se cultiva el café en Colombia, ya que es una parte esencial del proceso de producción y una de las que más influyen en la calidad final del producto.
El café colombiano se cultiva en plantaciones situadas entre los 1.300 y los 2.000 metros de altitud sobre el nivel del mar, en un clima tropical, en el que se combinan a la perfección la cantidad de lluvia, de luz solar y de temperatura para producir un café de cuerpo suave, muy aromático y con ligeras notas cítricas. Como el Puro Colombia de Bonka, un café con denominación de origen, 100% arábica y cultivado a 2.000 metros de altitud que conserva un sabor persistente y equilibrado en boca.
La recolección manual es otra de las características de los cafés de Colombia. A diferencia de la recolección mecanizada, una recolección manual permite recoger las cerezas del café en diferentes momentos, solo cuando se encuentran en su punto óptimo de maduración.
El secado al sol, que es el método utilizado por la gran mayoría de productores de café colombianos, y el tueste natural son los últimos elementos que proporcionan la gran calidad que caracteriza al café colombiano. Cómo preparar un buen café colombiano es el siguiente paso una vez conocemos su origen y las cualidades que lo hacen tan especial.
Una taza del mejor café: consejos básicos
Cómo hacer café colombiano para disfrutar de todas sus propiedades aromáticas y de sabor, es una cuestión que se nos plantea a menudo cuando queremos deleitarnos con una taza de unos de los mejores cafés del mundo.
El agua, junto con el café, es el elemento más importante a tener en cuenta. Siempre que sea posible, se aconseja utilizar agua embotellada y a una temperatura de entre 90° y 95°, es decir, justo antes del punto de ebullición. A partir de ese punto se produce una mayor extracción de los componentes del café, por lo que el resultado es un café bastante más amargo. Además, el agua, cuanto más hierve, más se acidifica y eso también influye en el resultado final de la infusión.
Utilicemos la cafetera que utilicemos, según el tipo de café que más nos guste, lo que sí es indispensable es moler el café justo antes de la preparación y, sobre todo, tomarlo recién hecho. Nunca debe recalentarse, ya que sus propiedades se deterioran a medida que pasan los minutos.
Variedad arábica: la calidad del café colombiano
Los tipos de cafés colombianos con los que se elabora el café del que disfrutamos en nuestras mesas son de la variedad arábica, como ya hemos mencionado, de porte alto o bajo y de frutos rojos o amarillos.
Las variedades de porte alto son las siguientes:
Típica: se caracteriza por unas hojas de forma alargada, con un cogollo (hojas nuevas) de color rojizo. Tiene mayor porcentaje de granos grandes que otras variedades y se pueden sembrar hasta 2.500 árboles por hectárea. Es susceptible a la roya, una enfermedad del cafeto causada por un hongo.
Borbón: sus hojas son redondeadas y los cogollos son de color verde más claro que el resto de hojas. Un árbol de esta variedad produce un 30% más que uno de Típica. También es susceptible a la roya.
Maragogype: variedad conocida como "grano de elefante", tiene tonos azulados en el exterior y con unos granos grandes, comparados con los de otras variedades. Muy apreciada por los amantes del café.
Tabi: derivada del cruce de las variedades Típica y Borbón con híbrido de Timor. Se pueden sembrar hasta 3.000 plantas por hectárea y es ideal para la obtención de cafés especiales, ya que es de excelente calidad. Es resistente a la roya.
Las principales variedades de porte bajo son dos: Caturra y Colombia. En ambas variedades se pueden sembrar hasta 10.000 cafetos por hectárea y debido a su pequeño tamaño, son más fáciles de cosechar que las variedades de porte alto.
Caturra: sus hojas son más redondeadas que las de la variedad Borbón. Sus cogollos son de un color verde más claro que el resto de hojas. Es susceptible a la roya y produce menos que la Borbón, pero más que la Típica.
Colombia: es muy parecida a la variedad Caturra, pero el cogollo es de un color bronceado, tirando a rojizo, y es resistente a la roya del cafeto.
La importancia de una buena materia prima
Ya sabemos de dónde viene el café de Colombia, cuáles son las principales variedades que se cultivan en el país y los pasos imprescindibles de cómo preparar café colombiano para degustar una aromática taza de café.
Cómo preparar un buen café colombiano es sencillo, solo necesitamos contar con un buen producto de origen. No hace falta ser un barista profesional ni seguir una única receta de cómo se hace el café colombiano. Simplemente hay que contar con un producto de base de primerísima calidad, como el café de Colombia, y seguir los pasos básicos para elaborar café en la cafetera que más nos guste y poner un poco de mimo en todo el proceso. ¡El resultado está asegurado!
De la semilla a la taza: un proceso largo y cuidado
El café que se cultiva en Colombia recorre un largo recorrido hasta que llega a nuestras casas. El proceso del café colombiano es largo y destaca por el cuidado que todas las personas que intervienen en la cadena de producción ponen en su trabajo.
El sabor y el aroma que distinguen una taza de café colombiano de otros cafés se debe al metódico trabajo de los cafetaleros. Empezando por el cultivo de las semillas, pasando por la cosecha para elegir los granos en su punto de maduración hasta el procesamiento de los granos de café: secado, tueste y envasado. Solo así se puede garantizar el mantenimiento de las excelentes propiedades del café de Colombia desde su origen hasta el destino final. Conoce con Bonka el café en grano Colombia, de la gama premium, suave y aromático 100% café arábico, sabor afrutado y de cuerpo ligero.