Los 5 pasos para preparar un café Flat White sostenible
El café flat white ha conquistado cafeterías y hogares de todo el mundo gracias a su sabor equilibrado y su textura sedosa. Aunque muchos lo confunden con un latte o un capuchino, el flat white tiene su propia personalidad: es más intenso que el primero y más suave que el segundo.
En esta guía te contamos qué es un flat white, cómo se diferencia de otras preparaciones y, sobre todo, cómo hacerlo en casa de forma sostenible paso a paso.
¿Qué es un Flat White?
El flat white nació en Australia y Nueva Zelanda en los años 80, y su nombre significa literalmente “blanco plano”. Este curioso término hace referencia a su capa de microespuma fina y sedosa, que cubre la superficie del café sin formar una montaña de espuma como el capuchino.
A diferencia de otras bebidas, un flat white se prepara con uno o dos shots de espresso y una pequeña cantidad de leche vaporizada con microespuma, logrando un sabor más intenso y una textura aterciopelada.
Es la bebida perfecta para quienes disfrutan del equilibrio entre el cuerpo del espresso y la suavidad de la leche, sin que uno opaque al otro.
Café Latte vs Flat White: las diferencias clave
Aunque a simple vista puedan parecer iguales, existen diferencias claras entre un café latte y un flat white.
- Proporciones: el latte lleva más leche y espuma más abundante; el flat white tiene menos leche y una microespuma más integrada.
- Textura: el flat white se siente más cremoso, con una textura uniforme que envuelve el café sin separarse.
- Sabor: al tener menos leche, el flat white resalta más las notas del espresso.
En resumen, si buscas una experiencia más suave y ligera, el latte es tu opción; si prefieres algo más equilibrado e intenso, el flat white te encantará.
Café Latte vs Flat White
Cappuccino vs Flat White: equilibrio frente a espuma
En la comparación cappuccino vs flat white, la clave está en la espuma.
El capuchino se caracteriza por su capa de espuma gruesa y aireada, mientras que el flat white tiene microespuma fina y cremosa. Además, el capuchino suele servirse en una taza más pequeña y con proporciones iguales de espresso, leche y espuma, mientras que el flat white se elabora con más café y menos aire, logrando una textura más densa y uniforme.
Un Flat White sostenible: pequeños gestos, gran diferencia
Preparar un café delicioso y sostenible es más sencillo de lo que parece.
La sostenibilidad empieza con la elección del café, sigue con los ingredientes y se completa con la forma en que lo preparamos y disfrutamos.
1. Elige café de origen responsable.
Apuesta por granos cultivados con respeto por el medioambiente y las comunidades productoras.
2. Opta por leche o bebidas vegetales sostenibles.
La leche tradicional aporta una textura cremosa inigualable, pero si prefieres una alternativa más ligera o vegetal, prueba con leche de avena, almendra o soja. Asegúrate de elegir versiones de origen responsable y sin azúcares añadidos.
3. Cuida cada detalle de la preparación.
Desde el molido hasta la temperatura del agua, cada paso cuenta. Si quieres mejorar tu técnica, echa un vistazo a estos trucos para hacer un buen café en casa.
Los 5 pasos para preparar un café Flat White sostenible
Preparar un café flat white sostenible es fácil si sabes cómo. Sigue estos cinco pasos y disfruta de un resultado delicioso.
Paso 1. Escoge tu café responsable.
Selecciona granos Bonka de origen sostenible. Muele justo antes de preparar para conservar todo su aroma y sabor. Una buena opción es Bonka Natural, un café 100% arábica de cultivo sostenible con un sabor equilibrado y notas aromáticas intensas.
Paso 2. Prepara un espresso intenso.
Usa una cafetera espresso o de brazo. Necesitarás unos 18–20 g de café por taza. Extrae el espresso en 25–30 segundos para lograr un sabor equilibrado y aromático.
Paso 3. Calienta y emulsiona la leche.
Calienta la leche (o bebida vegetal) hasta unos 60–65 °C. Vaporizala con el vaporizador o un espumador manual, generando microburbujas finas que creen una textura aterciopelada, no una espuma gruesa.
Paso 4. Combina con cuidado.
Vierte lentamente la leche sobre el espresso, manteniendo una proporción aproximada de ⅓ café y ⅔ leche. La microespuma debe mezclarse suavemente con el café, creando una superficie lisa y brillante.
Paso 5. Disfruta con conciencia.
Utiliza tazas reutilizables, aprovecha los posos del café como abono natural y comparte tu flat white casero con una buena charla. Porque cada gesto cuenta para un planeta más sostenible.
Preparar un café Flat White
Preguntas frecuentes sobre el Flat White
Si aún tienes dudas sobre esta popular bebida, aquí resolvemos las preguntas más comunes sobre el café flat white.
1. ¿Qué contiene un flat white?
Un espresso doble y leche vaporizada con microespuma muy fina. Es más cremoso que un latte y menos espumoso que un capuchino.
2. ¿Cuál es la diferencia entre un flat white y un café con leche?
El café con leche tiene más cantidad de leche y menos textura. El flat white busca equilibrio y cremosidad, con más protagonismo del espresso.
3. ¿Qué diferencia hay entre un latte y un flat white? Comentat [DU3]: Recomiendo redactar una breve introducción
El latte es más grande y suave, con más leche y espuma. El flat white es más pequeño, con microespuma integrada y un sabor más intenso.
4. ¿Cómo se hace un flat white perfecto en casa?
Prepara un espresso de calidad, espuma la leche hasta obtener microburbujas finas y vierte despacio para crear una textura homogénea. La práctica y la temperatura adecuada son clave.
5. ¿Por qué se llama flat white?
Porque la superficie de la bebida queda “plana” y lisa, sin la espuma montañosa del capuchino. Esa capa uniforme es la firma distintiva del flat white.
En definitiva, el café flat white es una de las bebidas más elegantes del mundo del café: cremosa, intensa y con un equilibrio perfecto entre sabor y textura. Prepararlo en casa, con ingredientes de origen responsable y un café sostenible, te permite disfrutar de cada sorbo con el doble de satisfacción: la del sabor… y la de saber que cuidas del planeta.
